Txux Bodegas y Jesús Panadero nos entregan hoy algo inusual. No una descripción ni una búsqueda sino, antes que todo eso, una invitación que por momentos se hace conminación perentoria. Seguramente no sabremos el camino más corto hacia el pan y las rosas. Posiblemente no tengamos clara la composición del pan que queremos, si de trigo refinado o de espelta ancestral y dura. Es probable que las rosas tengan espinas o que sean preferibles los claveles o la flor de la genista. Pero ese camino sólo se hará si se lanza el primer paso.
Titubeante, quizá. Quizá agridulce o con sabor a poco. Escaso sin duda. Pero un primer paso sin el que ni hay segundo ni tercero ni se aventura el camino mismo.
Pan y rosas como metáfora de algún horizonte seguramente ignoto. Un camino raro que se abre o que es abierto, que acaso, quién sabe, sea luz, aunque mortecina.