Txux Bodegas le dijo a Jesús Panadero que no era posible. Que la infancia es, como la vida o el tiempo, de cada cual. Que allá cada quien con sus recuerdos. Jesús porfiaba, pero Txux se mantuvo inflexible hasta forzar la solución de compromiso: sólo dejar marcas para que cada uno recorra la linde que su memoria determine.
La entrega de Por caminos raros que hoy nos presentan, por eso, ni fija verdades ni moviliza evidencias: se atiene a la pluralidad desbordante de la tierra y del fuego. Y a la del agua, que apaga o riega. Porque, claro es para ambos, la infancia no es un juego.
Al volver otoño, Txux Bodegas y Jesús Panadero vuelven a transitar por caminos raros. Y…
Como en en la autopsicografía de Pessoa, en esta entrega de Por caminos raros, Txux…
Sin detenerse siquiera a considerar prioridades entre los diversos rasgos sémicos del términoc Txux Bodegas…
Dice Jesús Panadero que Txux Bodegas dice que la vida, de vez en cuando, aún…
En la nueva entrega de Por caminos raros, Txux Bodegas y Jesús Panadero se adentran…
Por lo oscuro y sin linterna, más de lo habitual, la nueva entrega de Por…