El programa de Por caminos raros que nos presentan este mes Txux Bodegas y Jesús Panadero no traza mapas ni dibuja fronteras. De forma decidida y consciente se queda plantado o, mejor, se planta: no a la guerra.
Siempre, es cierto, ha habido guerras. Y siempre, en algún lugar, ha habido muertos invisibles, de esos que sólo salen en los noticiarios como fondo que concita el asombro: ¡cómo está el mundo! Los señores de la guerra se han ocultado tras los escritorios de grandes empresas, pero han estado siempre trabajando para la muerte, haciendo dinero. Pero aunque intenten pasar inadvertidos, ocultarse a la vista, les vemos: Txux y Jesús nos lo recuerdan. A través de sus máscaras, más allá de sus caras, de sus ojos, de sus cerebros, vemos la podredumbre que les hace vencedores, que les hace asesinos.
Y es por eso que al hilo de los tambores de guerra que retornan a la vieja Europa (ya suenan las bombas, ya vuelan los misiles) les hacen un corte de mangas y les mandan un recordatorio: tras vuestra aparente alegría, tras vuestra opulencia, tras vuestro poder, vosotros sois quienes estáis muertos. Sois la muerte. Y tenedlo claro: os venceremos.