Sin detenerse siquiera a considerar prioridades entre los diversos rasgos sémicos del términoc Txux Bodegas y Jesús Panadero han decidido que era ya hora de adentrarse, cual cuchillo en mantequilla, en los vericuetos del sueño: en los meandros y las calas que sus aguas acarician.
Al parecer, Txux pensaba acordado que se trataba de la materialidad del acontecer onírico. Jesús, en cambio, o así parece, creía establecido que la única materialidad a visualizar era la del deseo (consciente o no) que vehicula el relato. El uno por el otro, dejándolo correr y dando pábulo al legendario espacio de la mirada dual que locutor y guionista proyectan. En fin, que al caer en la cuenta decidieron dejarlo estar y no establecer preferencias: el soñar o lo que se sueña, el sueño o la ensoñación, la vigilia o la somnolencia.
Nuestra nueva entrega de Por caminos raros, se coloca “in medias res” y vuelve sobre la cuestión no por repetida menos clásica ¿son acaso sueños los sueños? Y claro. Pasa lo que pasa.